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Zaragoza, Aragón, Spain
Sindicalista de UGT Zaragoza entre 1977 a 2006. Periodo en el que fue uno de los refundadores de UGT Zaragoza, Sº de Acción Reivindicativa de UGT Zaragoza, Sº General de UGT en General Motors España, Presidente del Comité de Empresa de GM España, Sº General de UGT Metal Zaragoza, miembro del Comité Confederal de UGT y formó parte del Comité Europeo y Mundial de General Motors .

viernes, 31 de mayo de 2013

¿Hasta cuándo vamos a aguantar?

Todo es una mentira. Se habla, se promete, se pone tiempo de por medio para alcanzar la felicidad económica y el paraíso del trabajo, pero todo es falso. Del segundo semestre de este año, se pasa al siguiente para lograr el crecimiento y la creación de empleo. Y una vez allí, con más parados, necesidades y desesperación; este Gobierno arcaico dirá, que un año o dos más de sufrimiento, porque la inyección salvadora de la derecha tarda en llegar, por culpa de todos menos de ellos. He oído decir: “Tendremos que cambiar de partido, porque votando al PP nos hemos equivocado”. “Eso tú, yo no, nunca les he votado”, le contestaron. El ciudadano se había bajado del tranvía socialdemócrata y montado en un burro torpe, que anda para atrás.

En el primer trimestre del año se han perdido 330.000 puestos de trabajo, cifra que refleja que se podrían superar en 2013, los 850.000 del año pasado. La OCDE acaba de anticipar que la tasa de paro española escalará desde el 27,2% (6,2 millones) al 28% este año. ¿Y en el 14, otros tantos parados más, mientras esperamos complacientes estas catastróficas cifras, que sin duda serán peores aún? En sindicalismo se dice: “El que no defiende su puesto de trabajo, no merece tenerlo”. ¿Vamos a seguir sentados un año más, sin enseñar los dientes de verdad a las patronales, el Gobierno y a sus maestros el capital? ¿Qué más tiene que ocurrir para que se despierten de una vez el movimiento obrero y los sindicatos, cuando el empleo es su principal desvelo? Nunca se ha visto una decadencia sindical y política semejante. Preocupándome sobremanera, el que la totalidad de la izquierda -sí toda ella- esta amorfa, adormecida, como si no existiera o no supiera que hacer. Entre sus jóvenes posibles valores, solo veo demasiada animadversión hacia el PSOE y a nadie en IU que pueda llegar a ser capaz de pegar un puñetazo encima de la mesa, ante las injusticias que el pueblo sufre. Con la debilidad de esta izquierda, hubiera sido imposible conquistar la libertad y la democracia en los setenta del siglo pasado. Siendo lo peor, el que mientras seguimos así, esas rosas las estamos perdiendo.

Ahora nos llegan también los deberes de Bruselas, con dos décimas y dos años más de flexibilidad en el déficit: 6,5% del PIB en 2013 y hasta 2,8% en el 2016. Todo ello a cambio de una nueva oleada de recortes en pensiones, con subida de impuestos y mayor precarización laboral. Y yo me pregunto: ¿Hasta cuando vamos a aguantar? ¿No tienen bastante todavía? Recortan y recortan y quieren más. Los políticos alemanes que mandan no son amigos nuestros, son enemigos del sur. Ellos solo obedecen a sus banqueros, a esos especuladores que ganaron mucho con el ladrillo español y cuyo único afán es cobrar la deuda de los bancos españoles -de ellos o del Estado-, por el capital prestado. Sin aplicar posibles quitas que son necesarias y sin perder nada a pesar del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, que tanto afectó a entidades españolas. Pero a ellos no. En su caso el riesgo inversor no existe. Ganaron, ganan y ganarán todo lo previsto, aunque España se hunda y su gente se tire al mar. Esta es la política real del Gobierno alemán, aunque es tan grande el poder financiero tanto aquí como allí, que llego a pensar que ni la propia Angela Merkel manda de verdad.

La economía especulativa se ha apoderado definitivamente de la economía productiva y de la economía política, dejando un pequeño espacio para que se puedan hacer juegos políticos dentro de la inmensa trama financiera que domina todo e impone sus intereses. Así, la CDU alemana juega con los alemanes haciéndoles creer que la Canciller defiende sus intereses, resguardándolos de los tarambanas y vagos españoles, cuando eso es mentira y una ofensa intolerable que no se ha de permitir por más tiempo. El alemán que cree en tal manipulación es un ignorante. El PP juega con políticas que dice que no haría, si bien disfruta ideológicamente cortando con sus grandes tijeras el Estado del bienestar. El PSOE juega queriendo pactar con el Ejecutivo para ir ganando tiempo y mantenerse, hasta que las próximas elecciones lo conviertan en un partido marginal. IU juega aparentando que es de izquierdas, cuando yo no veo que haga algo sustancioso que se pueda calificar como tal. Todos juegan aparentando que hacen la política que les corresponde, cuando en realidad no se dan cuenta o no quieren reconocer que hace mucho que los sectores financieros y las multinacionales del dinero les han quitado el poder y, por ende, a todas las personas y a los países que representan.

Por ejemplo, el gran capital ha permitido que el euro se alemanizara, haciéndolo inviable y odioso para los países del Sur. ¿Hasta cuando vamos a seguir en él? Este euro no nos interesa y por tanto ¡fuera del mismo! Los pobres no tienen nada que perder. Con la peseta, se devaluaría, pero a la par el empleo crecería mucho. Tal como está todo, es la única manera de que se cree empleo a toda velocidad. Se puede seguir en la Unión Europea y tener como los ingleses la libra. Se habla de establecer un nuevo euro acompañado de las monedas anteriores propias. Un euro peseta, un euro marco, un euro franco. En definitiva, una moneda que mantenga lazos de unión y a su vez que pueda ser devaluada por los países individualmente. En mi opinión, sería una buena solución. Todo, menos seguir  aguantando la corrosión de este euro que para España ha resultado infernal. ¿Por qué el europeísta Felipe González no dice a la nación, que han transformado el euro en otra cosa y que hay que salir rápidamente de él? ¡Viva la peseta! La quiero volver a ver. Y que del euro germánico no se hable más. Nuestros hijos y nietos nos lo agradecerán. Mejor empleo con pesetas en España, que de precario en Alemania con su euro revalorizado. El que lo quiera que se quede en él. Yo, no.

Nuestro país debe potenciar sus puntos fuertes, eliminando las trabas que puedan impedir su desarrollo, como ocurre con este euro. Así diré, que España tiene que poner más atención y sinergias en África sin dejar nunca de ser un gran país europeo, porque ésa es una de las ventajas que nos proporciona la ubicación geográfica y nuestra condición de país desarrollado y amigo de todo el mundo. Desde hace mucho, el sector de automoción español, piensa en el desarrollo de ese continente y sus posibles ventas de futuro. El socialdemócrata alemán, Martín Schulz, ha declarado esta semana: “Los Estados mediterráneos deberían hacer un Acuerdo de Libre Comercio con los países del norte de África para volver a crecer y crear empleo de verdad”. Al Gobierno no se le oye hablar de esto. Su objetivo patriótico, es cerrar las puertas del país y de los hospitales, a los inmigrantes vecinos de esa como de otras áreas subdesarrolladas. Pagaremos caro tanta inhumanidad y su nula visión de futuro.

Si no se cambia la política económica, para que no sea “una cruzada moral e ideológica” como la denomina José Carlos Díez, estaremos en crisis veinte años más como ha ocurrido en Japón. Si no se crea riqueza, no hay dinero que fluya, ni ideas que se materialicen. De esto debemos ser conscientes todos los españoles, sin que se haga política de confusión interesada, porque sólo servirá para perjudicar a los demás. Que nadie viva en la ignorancia. La principal portavoz de mi banquero, Angela Merkel, ha dicho hoy: “Si quieren que los jóvenes tengan trabajo, ha de ser con menos derechos y menos salarios, o nada”. Mientras en las fábricas de Volkswagen en Alemania, han pactado en el convenio un incremento salarial del 5,6% para este año. Lo que la señora no puede frenar allí, lo consigue aquí. Debido a nuestra paralización: ¿Esta mujer que pensará de cómo somos los españoles?¿Conformistas? ¿Desclasados? ¿Cobardes?

Hoy también, el Banco de España reclama una vuelta de tuerca a la reforma laboral con contratos fuera de convenio o la supresión del salario mínimo para parte de los trabajadores. Ante lo cual, Toni Ferrer de UGT, ha dado en la diana al afirmar: “Lo que se esta planteando es prácticamente sacarnos del modelo social europeo y avanzar hacia un modelo semiesclavista en el que los trabajadores no tengan derechos ni salarios dignos”. Se están forjando los cimientos para una nueva huelga general. 

Todos tenemos que pelear por defender nuestros derechos y por este país, agraciado por el Sol, la alegría, la profesionalidad y el buen fondo de la gente. Hay que reflotar España, irguiendo su orgullo y su valor. La nación de ahora produce dolor..., hace llorar. Yo no la aguanto más. Hay que limpiarla. ¡Lucharé! 

31.05.2013                                                                           Fernando Bolea Rubio
                                                    Sindicalista

viernes, 3 de mayo de 2013

Otro gobierno y 36 meses atrás


En España se llevan tres años cometiendo un error político tras otro, sin que el Gobierno ni la oposición enmienden tan fatal trayectoria. En mayo del año diez, el expresidente Zapatero dio un incomprensible giro conservador a su política aceptablemente progresista, perdiendo su credibilidad y la del PSOE. En el presente mayo del año trece, el Presidente Rajoy ha conducido el país hasta la escalofriante cifra de 6,2 millones de parados (primer trimestre EPA), batiendo todos los récords de infortunio; quedando tanto él como el PP, desacreditados y sin la confianza ciudadana necesaria  para seguir gobernando.

 José Luis Rodríguez Zapatero hizo una política social y sindicalmente asumible, en los cinco primeros años de su mandato; pero el día 12 de mayo del sexto, el Ejecutivo socialista revolucionó el Parlamento aprobando dieciocho medidas neoliberales o fuera de programa y trayectoria, que nadie entendió y todo el mundo censuró. Como congelación de las pensiones, recorte salarial a los trabajadores de la administración pública, ampliación de la jubilación de 65 a 67 años (finalmente pactada con los sindicatos), entre otras extrañezas. Todo fue para echar comida a los tigres financieros sin contar con el pueblo, a pesar de que la deuda pública era solamente del 60,1% del PIB, una de las más bajas de Europa. Con este bagaje, en víspera de las Elecciones Generales del 20-N de 2011, el Presidente Zapatero, cayó al ridículo porcentaje del 3,3% de aceptación; siendo el de Mariano Rajoy, aún más bajo, de un 3,25%, a pesar de ser el flamante candidato estrella de la derecha y seguro ganador.

Con este antecedente, del nuevo líder de la nación se podía esperar poco. Por sus características y trayectoria política, se sabía lo que el personaje daría de sí, que no era mucho; pero se le votó alegremente, sin reparo, muy irreflexivamente, dándole mayoría absoluta, para castigar al socialismo gobernante en gran medida merecedor de ese correctivo. Por sus innumerables equivocaciones, ocultación de la verdad, descarada defensa de la banca, simpatías patronales, reforma laboral unilateral. Y, cómo no, por el aludido y garrafal error estratégico e ideológico, de cambiar su trayectoria político-social sin dimitir y convocar nuevas elecciones, evitando que los votantes se sintieran engañados, decepcionados, cabreados. Enfado que todavía dura, sin que Alfredo Pérez Rubalcaba, el nuevo líder socialista, sepa salir del remolino de desconfianza que él mismo genera, por su condición de exvicepresidente de aquel gobierno que no supo acabar bien.

Pero si las circunstancias socialistas son delicadas, las populares son peores. El Gobierno ha llegado a la deriva y sin capacidad de reacción al mes dieciséis de su mandato, al declarar recientemente que no se generará empleo en toda la legislatura y que tendremos el mismo paro en 2016. Y si es así, con el descomunal desempleo contabilizado: ¿A este Ejecutivo para que lo queremos?¡Que dimita y venga otro! El alto desempleo existente es hiriente y vergonzoso para los españoles, el país, la Unión Europea; demostrándose con él, la total incapacidad política, empresarial y bancaria local. En fin, extirpar el cáncer del paro es de tan vital importancia, que el político y el partido que no reaccione y solvente este desastre, debe ser considerado  incapacitado para acceder al poder, al no merecer ostentar responsabilidades de gobierno. 

Sólo en el primer trimestre se han destruido 330.000 puestos de trabajo, el paro juvenil supera el 57%, la ocupación cae a niveles de 2002. Para Joaquín Estefanía: “Un 27,16% de la población activa desempleada es un porcentaje mayor al que tuvo EEUU durante la Gran Depresión”. ¿Para cuando un Plan Marshall a la española para el empleo, como reclaman los sindicatos? El Gobierno debe lanzar un Programa de Políticas Activas de Empleo, que hasta Bruselas le exige y nadie escucha. El Presidente dice: “El Gobierno sabe lo que hace” y cuanto más lo repite más sube el paro. Que este señor se dedique a otra cosa, porque si no se le quita el país de las manos, lo va a dejar como un erial y con las españolas y los españoles en Alemania. La Vicepresidenta, Soraya Sáez de Santamaría, afirma: “Que no se pueden hacer milagros”, ni tampoco las cosas peor, al preocuparse más del déficit que del paro. El Fondo Monetario Internacional prevé en España un desempleo del 22% en 2018. Llevamos cinco años con esta calamitosa crisis y nos anuncian cinco más. ¿Alguien piensa que no habrá pronto una explosión social? El malestar está subiendo de tono y con calor la llama prende. Gobiernos como este... soplan la brasa.  

Y siendo así, ¿qué se ha de hacer a modo de regeneración y de cambio? En lo referente a los socialistas volver a los postulados ideológicos-políticos de hace 36 meses, que nunca se debieron dejar y habiendo aprendido: Que el PSOE tiene que hacer política de izquierdas, sin edulcorarla para que les guste a los que nunca le van a votar; gobernar para toda la sociedad, nunca al servicio del capital, con total sensibilidad en las clases medias y bajas trabajadoras en todas sus modalidades, que nunca le dejarán en la estacada; crear empleo y estabilidad laboral; recuperar a la generación perdida por el paro juvenil; apoyo a la economía productiva, las pymes, con sentimiento industrial;  unificación de pequeñas empresas en aras de mejorar su viabilidad; que se faciliten prestamos e inversiones; política económica de crecimiento, situando la austeridad en su justo término. Respetando la dignidad obrera, cambiando el sistema laboral de confrontación por el de participación compensada tipo sector de automoción, reclamando patronales de verdad, no implantando reformas laborales ni de las pensiones sin acuerdo sindical. En el interior del partido: democratización interna, no obediencia debida ni ciega a los líderes, con ¡presidencialismos fuera! 

De los populares no diré nada, porque como José María Izquierdo los llama, ya tienen a los propagandistas de “coros y danzas” copando las tertulias mediáticas para que el Sol salga como antaño. Y de paso, tratando de llevarse por delante a los sindicatos de clase, con infundios demagógicos, comentarios fofos y mala uva. Pero que se beban ese vino agriado, que a los sindicalistas nos gusta bueno y si es en bota obrera a pie de tajo mejor. En Palencia, el compañero Gómez Caloca ha dicho algo que me gusta: “El futuro de la UGT está en nuestro pasado, en la recuperación de la ética de nuestros líderes históricos”. Y el futuro del PSOE también.


3.05.2013     Fernando Bolea Rubio
                              Sindicalista