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Zaragoza, Aragón, Spain
Sindicalista de UGT Zaragoza entre 1977 a 2006. Periodo en el que fue uno de los refundadores de UGT Zaragoza, Sº de Acción Reivindicativa de UGT Zaragoza, Sº General de UGT en General Motors España, Presidente del Comité de Empresa de GM España, Sº General de UGT Metal Zaragoza, miembro del Comité Confederal de UGT y formó parte del Comité Europeo y Mundial de General Motors .

viernes, 30 de mayo de 2014

Susana for president!



Felicitando al emergente partido Podemos, por su rápido ascenso (0-5 eurodiputados) en las elecciones del 25-M; afirmo categóricamente, imitando el sí nosotros podemos de Barack Obama que, en el PSOE "Yes We Can”, es el único “podemos” en el que yo confío. Mucho más, después de saber, que Alfredo Pérez Rubalcaba va a dejar el liderazgo del Partido Socialista, en el Congreso Extraordinario que se ha convocado para el 19 y 20 de julio. Así lo debe hacer, después de su segundo estrepitoso fracaso electoral (de 23 a 14 asientos), al objeto de que una nueva dirección asuma la responsabilidad, recuperando la confianza del centroizquierda.

¿Hay personas para hacerlo? Por supuesto que sí. ¿Quiénes serán las más indicadas? Para la secretaria general, la designación es muy sencilla. En el estado actual del partido, todos los afiliados, militantes y simpatizantes saben, que el peso orgánico de la organización está en Sevilla y no en Madrid. Dado que Andalucía -con casi tantos habitantes como Portugal (8,45 millones por 10,53-, esta presidida por una socialista, una loable dirigente, que en las europeas ha superado a los populares en 9,2 puntos  en su comunidad. ¿Hay que fabricar deprisa y corriendo un nuevo líder? No por favor. Ya lo tenemos. Y tiene nombre de mujer, Susana Díaz, sevillana, de 39 años. Una inmejorable edad. No hay que buscar más, acaso expresarle la simpatía y el reconocimiento de los socialistas para que acepte tan alta designación.

En el PSOE se sabe, que el nuevo secretario general será el que los socialistas andaluces estimen. Así será, por su peso político y orgánico (30% de los afiliados). Por consiguiente, que ellos dirijan directamente el partido en aras de la efectividad. Sí, supone mucho sacrificio personal; pero, el PSOE esta tan hundido como cuando Joaquín Almunia -entonces secretario general y candidato- abandonó la dirección  en el año 2000. Se necesita esta salvación. Para mí no hay otra mejor. Andalucía ha sido siempre cuna de grandes dirigentes socialistas. Allí el socialismo se vive, se defiende, es patrimonio del pueblo, de las clases medias y bajas, sin señoritos con caballo de por medio. Esta cultura ideológica hay que extenderla más al resto del país. Y eso, Díaz lo haría bien. 

Poner a Susana al frente del partido significaría, recomponer automáticamente la unidad interna del mismo, bastante deteriorada desde el Congreso fallido de Sevilla en 2012, cuando Rubalcaba le gano a Carme Chacón la secretaria general por apenas 22 votos. El PSOE se dividió en dos y las secuelas aún perduran, cuando tan importante es manifestar unidad y firmeza interna. Siendo ante todo lo mejor, el que resurgiría la ilusión socialista tanto dentro como de modo general, al tener la seguridad de que se dispone de una líder de verdad. Una dirigente que gozaría de la confianza de los españoles, con posibilidades reales de ganar y experiencia para gobernar. Ella dice: “No, al día de hoy”.

Pero, además de ostentar la secretaria general federal, ¿sería ella la candidata a la presidencia del Gobierno español en el 2015, tras haberse presentado a las elecciones primarias previstas? Se darían dos posibilidades. Una, que lo fuera teniendo que dejar en ese caso la presidencia de la Junta de Andalucía. La cual sería la que más posibilidades tendría de ganar, dada la colosal caída electoral del PP y, por el hecho, de ser ella la que encabezaba la candidatura socialista. Otra, ser la secretaria general federal del PSOE, siguiendo de Presidenta de Andalucía; por lo que habría que elegir otra persona como candidata a las generales. A mi me gustaría más la segunda opción, porque sería conveniente que afianzara durante más tiempo su liderazgo andaluz. Apenas lleva ocho meses como presidenta de la Junta. Debido a su juventud, tiene tiempo para todo. Podría ser candidata en 2019, en 2023 y hasta después.

En ese caso, se necesitaría una total connivencia entre la secretaria general y el candidato o candidata. En el Congreso de 2012, la sintonía entre Susana y Carme Chacón fue total. Andalucía mayormente votó por ella. Yo que en mis comentarios también aposté decididamente por Chacón, de momento sigo pensando lo mismo. No sé si sus viejos apoyos continúan o no. Durante los próximos meses se sabrá.

Al que no veo como secretario general, ni de candidato a la Moncloa es a Patxi López. Me parecería el heredero de lo viejo, viniendo de fracasos electorales ocupando la secretaria general socialista en el País Vasco, a la que también ha renunciado.  Evidentemente puede desempeñar altas responsabilidades orgánicas y gubernamentales, pero nunca desde la primera línea. Como le pasaba a Rubalcaba, no tiene gancho electoral, ni las facultades apropiadas para tan altas funciones. Para ir clarificándose el panorama interno, debería decir que no será candidato a nada. Me parece mucho mejor, Eduardo Madina, el cual debería forman un tánden con Carme, tanto monta monta tanto, contando con su amigo Patxi López y yendo todos juntos hacia un futuro socialista mejor.

Con todo, de las elecciones del 25-M cabe la importantísima lectura de que el Partido Popular ha perdido las mayorías absolutas que lo afianzaban en el poder (PP: 26,05%, PSOE: 23%, muy diferente a los resultados de 2009, con un 42,12% y el 38,78% respectivamente). Con este resultado, la gran preocupación de la derecha es que no  ganaría las generales de final de 2015, abriéndose todas las posibilidades a la izquierda. Mariano Rajoy sería caballo de una sola carrera, no repitiendo en la segunda. Por eso, urge que el Partido Socialista esté preparado para gobernar a la mayor urgencia.

Sí, entre Susana y Carme, dos mujeres que me gustan, podría estar la solución. Que los afiliados y las afiliadas piensen; sin embargo, Felipe González que descanse un poco.  Ahora dice: “La revolución bolivariana se está poniendo de moda en España”. En todas las casas hace falta un viejo. Pero ostras, no tan bailón.    


30.05.2014                                                             Fernando Bolea Rubio
                                                                 Sindicalista

viernes, 16 de mayo de 2014

Otras voces



En beneficio de los españoles, el Partido Socialista debe romper las amarras de su aturdimiento y despegar de una vez. En las Elecciones Europeas del próximo día 25, se observará la evolución electoral de este partido en los últimos dos años y medio. ¿Será buena, mala? Las millas recorridas serán pocas. Aunque las urnas darán la oportunidad, de que los ciudadanos censuren seriamente la negativa política de la derecha española y europea, abriendo nuevos horizontes con políticas progresistas.

Para romper las ataduras, en el PSOE hacen falta voces, otras voces carismáticas y audaces que, devuelvan la fiabilidad y el entusiasmo a la izquierda, con programas claros que separen la socialdemocracia del socioliberalismo. Pronto se van a conocer los candidatos que se presentarán a las elecciones primarias, para las generales de 2015, y se podrá elegir el nuevo líder. La voz que deberá dirigir, aglutinar y levantar el partido, porque después de esa elección, el actual Secretario General, Alfredo Pérez Rubalcaba, tendría que dimitir. Dando paso a un nuevo tiempo, en el que él ya no tendrá cabida como máximo dirigente. Su época ya pasó. Será el momento de solucionar este problema. A mí me gustaría, lo mismo que a otra mucha gente, que fuera el propio Alfredo el que tomará esa sabia decisión, sin ser forzado por nadie. Su retirada voluntaria sería plausible.

Sin embargo, hay poderes que no quieren desaparecer o dejar de influir, bajo ningún concepto. A pesar de que el proyecto socialista se vaya al traste, como se esta yendo, desde que el expresidente Zapatero -junto con Rubalcaba- viró su política social hace cuatro años. Según ha publicado en ínfoLibre, Jesús Maraña, una operación política alienta la que llaman la “Gran Coalición” a la alemana, un acuerdo postelectoral PP-PSOE en 2015; ante las previsiones de fragmentación política. Y si por separado necesitan para gobernar, el pacto de más de dos grupos. Se asegura que, en esa alocada operación, hay involucrados insignes poderes políticos (Gobierno, PP, PSOE, Jefatura del Estado), financieros (núcleo principal del Ibex-35), mediáticos (Grupo Prisa y empresas de comunicación dependientes del Gobierno) y, me temo que en el caso de ser cierto, algún que otro gran estratega en guardar su sillón.

Ante lo cual, hay que saber, que Alemania es lo que es y en España el PP roza la ultraderecha. Y así, esa coalición no puede ser. Susana Díaz, se dice que ha dicho: Ese pacto a dos “es suicida para el PSOE y para la propia democracia”. De hecho Díaz sugiere que, en la “peor de las hipótesis”, el pacto de consenso “tendría que incluir al Partido Comunista”, seguramente para no perder votos por la izquierda. Sobre esa hipotética gran coalición, Soledad Gallego-Díaz ha escrito en El País: “Nada peor para la democracia que pensar que unas elecciones no pueden producir cambios. Nada peor que unos ciudadanos que perciben que su voto no puede provocar alternancia en el poder”.

Felipe González fue categórico el día 11 en TV, al indicar: “Si el país lo necesita” ambos partidos “deben hacer” esa coalición por el bien del país”; añadiendo, “que en este momento no la veía”. Lo cual me pareció que era una irresponsable declaración, que a él no le correspondía hacer, cuando la candidata del PSOE, Elena Valenciano, había desmentido la coalición unas horas antes. El candidato del PP, Miguel Arias Cañete, afirmó en la misma fecha: “No descarto una gran coalición PP-PSOE si el interés general lo exige en un futuro”. Lo que perjudica seriamente a la campaña electoral socialista, al acusarlos demagógicamente el resto de la izquierda, de que ellos y los populares son lo mismo.     

En Extremadura el PP gobierna con el apoyo de Izquierda Unida (IU), pero esa desviación es cosa de ellos; del Partido Socialista no, dado que ideológicamente ha de ser mucho más profundo. En esta iniciativa, subyace supuestamente también, la negativa de los poderes fácticos a que en caso de necesidad, en España se llegará a formar un gobierno de izquierdas PSOE-IU, como ocurre en Andalucía. Cuya onda han debido sintonizar asimismo, significados dirigentes y exdirigentes socialistas, por motivos ideológicos y de malas experiencias. Se indica que, en esta confusa operación, las elites apuestan por Rubalcaba; pero debido a  que las encuestas lo consideran quemado, contemplan un “plan B” con Eduardo Madina. Si bien este niega que, la dirección del PSOE y su “vieja guardia”, puedan instrumentalizar su candidatura a las primarias.

¿Saldrá adelante esa maniobra? Podría ser, si no se remediaba, por interés de las castas que lo promueven, al objeto de conservar el Status-Quo, ante un panorama desolador para el bipartidismo. Como el propio periodista comenta: Sería brindar el turnismo entre conservadores y progresistas (Canovas/Sagasta; Maura/Canalejas...). Parece ser, que no hay cenáculo político relevante en Madrid donde no se haya escuchado, desde enero pasado, el mantra de la “Gran Coalición”. No obstante, aunque tarde, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha aclarado: “Yo no la veo, dejaríamos el país sin alternativa”. Se ha oído decir que es una operación para salvar a Rubalcaba en las primarias si él se presentará, con la teoría de más vale malo conocido que bueno por conocer. De Rubalcaba... lo peor puede estar por venir. El buen profesional, Jesús Maraña, se reafirma en su información, opinando que sería suicida para el PSOE. El 80% de los españoles estarían en contra de ese entendimiento. Es lo que hay.

De cualquier modo, ¡hasta allí podríamos llegar! Sería tanto como admitir, que los ciudadanos habían castigado electoralmente al PP por su mala actuación gubernamental. Pero tranquilidad, no pasa nada, porque allí estarían los socialistas con su mejor disposición, para sacar del atolladero al lobby financiero y a la derecha culpable, para que sigan haciendo de las suyas, dejando sin efecto el mandato popular. Que las nuevas voces socialistas que han de venir, borren esta fatal idea; e incrementen las perspectivas electorales del partido de una puñetera vez. ¡Ya es hora! El PSOE lleva ya muchos años perdidos.

Actualmente, la derecha política y mediática española utiliza el recorte del gasto público del Gobierno socialista francés, para justificar sus vergüenzas. Allí, dan la sensación de que han girado a la derecha, a pesar de lo cual  yo sigo confiando en el socialismo galo. Más si cabe, en esos 41 valientes diputados socialistas, que se abstuvieron en la propuesta recortista del primer ministro, Manuel Valls. Ejemplares 41 votos que, habría que mimar, en la socialdemocracia europea, para que germine en ella alas de izquierda similares. En todo caso, el recorte francés es diferente al español, porque al contrario que aquí, su prioridad sigue siendo invertir en educación contratando más profesores y en crear empleo juvenil. Piensan que es preciso bajar el elevado precio del euro, para reducir la desventaja competitiva entre Francia y Alemania; de lo que se beneficiaría igualmente la competitividad española.

Hasta ahora, los socialistas franceses están gobernando casi solos en Europa y así poco se puede hacer, en un contexto general conservador con el “austericidio” que impone, con el Banco Central Europeo y de la mano de Angela Merkel. El presidente François Hollande, califica su giro de socialdemócrata, mientras el electorado de izquierdas lo conceptúa de neoliberal. Que tengan suerte, ya que al menos han hecho una cosa bien: El que el mal francés y europeo, como buen actor, Gérard Depardieu, haya adquirido la nacionalidad rusa, a causa de que los socialistas a las personas de su condición les subieron los impuestos. En estas elecciones, con la caída de estimación socialista que hay, ¿los franceses se creerán las propuestas del socialismo francés? La socialdemocracia europea, puede perder las elecciones por culpa de la confusión en el socialismo francés. Vayamos a votar.

En compensación a la contrariedad socialista de ese país, ha surgido otra voz francesa, que esta maravillando a la izquierda y a los movimientos progresistas de todo el mundo. Se trata del economista Thomas Piketty, con su libro: El capital en el siglo XXI (en español en otoño). Se dice que es una referencia para los economistas de corte socialdemócrata. Miguel Ángel Aguilar, ha comentado, que debería ser de lectura obligatoria para todos los europeos. De él Paul Krugman ha escrito: “Las sociedades occidentales anteriores a la Primera Guerra Mundial estaban dominadas por una oligarquía cuya riqueza era heredada, y su libro argumenta de forma convincente que estamos en plena vuelta hacia ese estado de cosas”.

Los conservadores están aterrorizados. La reacción ha consistido en descalificar; concretamente, en alegar que Piketty es un marxista. Señala que aumenta la desigualdad por el espectacular ascenso de las rentas de las clases altas. Sobre la descalificación, Krugman comenta, que el exsenador republicano Rick Santorum calificó el término “clase media” de “jerga marxista”, porque, ya saben, en Estados Unidos no tenemos clases sociales”. ¡Ah sí! ¿Allí no hay ricos, mediopobres y pobres? Que felicidad.  

En España a los críticos con él, el presidente Rajoy intenta descalificarlos llamándoles “cenizos”. Cuanto honor, nos repudia también. La derechona hispana es así de intransigente, mal educada y soez. 


16.05.2014                                                                                      Fernando Bolea Rubio
                                                                           Sindicalista

viernes, 2 de mayo de 2014

Promesas y agallas para cumplirlas

Ante tantas pérdidas sociales y calamidades laborales, el PSOE tiene que empezar a comprometerse seriamente con los españoles, adquiriendo compromisos gubernamentales de verdad, si quiere ganar las elecciones a partir de ahora. Así lo hizo en su día y le fue bien, el expresidente socialista José Luis Zapatero, al prometer retirar las tropas españolas desplegadas en Irak, si ganaba las legislativas de 2004. Como base de partida, lo que se ha de asegurar es, que se repondrá lo perdido en sanidad, educación, derechos, mandando a la chatarra las tijeras recortistas de bienes sociales; a la vez que se anula la reforma laboral, ministra Báñez, para que los trabajadores vuelvan a respirar y sentirse vivos.

El Partido Socialista tiene que levantar el ánimo de la gente, llevando el sentimiento  socialista entre las máquinas de las fábricas, de los campos cultivados, de los negocios de toda índole, sobre las mesas de los autónomos, si quiere llegar al corazón de los españoles y ganar. El PSOE es la única ilusión que aún queda, porque con el PP todo es miseria. Y, en verdad, con una advertencia. Si lo que llegara a proponer después no lo cumpliera, sería además de un infame engaño, una nueva decepción tan mayúscula para muchos votantes socialistas y progresistas, que seguramente perdería su simpatía definitivamente. Se trata de recuperar confianza, no de perderla inútilmente si el socialismo no es fiable. Por tanto, hay que hacer promesas, pero teniendo firmeza y agallas para cumplirlas.

Precisamente, si el desempleo es la principal desdicha de los españoles, esta desgracia social debería ser la que más atención política requiere, yendo los primeros compromisos socialistas en esa dirección. No se trataría de volver a prometer 800.000 puestos de trabajo como los socialistas hicieron en 1982, ni los 2.500.000 que los populares anunciaron en 2008. Cifras que se incumplieron. La promesa ha de ser más real para que sea efectiva.

Así, la Confederación Europea de Sindicatos (CES), con UGT y CCOO al frente, piden un “plan Marshall” para crear empleo en la Unión Europea (UE), que en mi opinión esta muy bien hilvanado. Consiste en que se destine el 2% del PIB europeo anual (250.000 millones de euros), para dinamizar el tejido productivo y el mercado laboral. En diez años supondría crear once millones de empleos en Europa, dos millones en España y entre 70.000 y 80.000 en Aragón.

¿El dinero? No es problema. Si para el rescate bancario español ha habido hasta un 4% del PIB, para esto que es más necesario también lo tiene que haber. Y no forzosamente de dinero público. ¿Dónde se puede pescar? Donde hay pesca. Solo del que tiene se puede sacar. Que se habrán con una reforma fiscal justa y de verdad las grandes compuertas del dinero, hoy bloqueadas con el hormigón armado de la sinvergüencería del fraude y del miedo político existente, para que fluyan los canales de inversión y progreso. Únicamente con empleo y dinero para poder comprar, se superará esta mal enfocada crisis financiera, con efectos devastadores en muchas personas y empresas. Sí el dinero lo generan los grandes negocios, que sean los primeros en cebar el anzuelo para que luego se pueda comprar lo obtenido.

Algunos pasos ya se están dando. El PSOE propone la creación de una “troika social” para que mida los efectos de los recortes en la UE, que estaría formada por miembros del Parlamento Europeo, la Comisión Europea y los agentes sociales patronales y sindicatos. Esta de acuerdo con el plan Marshall sindical, con 80.000 millones para políticas de crecimiento. Más inversión en I+D+i (parte del plan Marshall). Mayores fondos para el banco de inversiones (plan Marshall). Un impuesto sobre transacciones financieras. Mutualización de la deuda: repartida y asumida por los Estados. Lucha contra los paraísos fiscales en la UE. Política industrial para alcanzar el 20% del PIB (en Aragón ya se supera). Triplicar el fondo para el empleo juvenil, hasta los 21.000 millones de euros. Cuadruplicar el fondo europeo contra la pobreza. Modificación de los estatutos del Banco Central Europeo (BCE) para que la creación de empleo sea una de sus directrices. Junto a otras medidas.

La candidata socialista, Elena Valenciano, presentó estas propuestas en la conferencia: “El futuro social de Europa organizada por UGT. Ella pidió asimismo un “pacto de progreso social”, considerando que no hay que ceder ante quienes quieren instalar el dogma neoliberal del fin del Estado social. “Hay que poner el mercado al servicio de la sociedad y no al revés”. Si la socialdemocracia no gana las elecciones europeas (el 25 de mayo), “luego será tarde”, afirmó.

¿Hay programa? Por supuesto que sí. Solo faltan votos. Y, una respuesta participativa, que debería ser alta y en dirección socialista, para que se produzca el cambio político que la actual Europa neoliberal y conservadora necesita. Teniendo presente, que para lograr ese fin, el socialismo tiene que ser fuerte y claro en todos los países de la Unión, sin florituras desorientadoras innecesarias que no benefician al proyecto. Se dice que el socialismo no ha encontrado su camino. A veces pienso que puede ser así, porque da la sensación de que no se sabe salir de las terceras vías, con sus intentos de unir liberalismo con socialismo, yendo directos a la desorientación y al aislamiento. “La única diferencia actual entre liberales y conservadores, es que los liberales van a misa de cinco y los conservadores van a misa de ocho”, dice el coronel Aureliano Buendía en el libro: Cien años de soledad, del querido y admirado Gabriel García Márquez que  acaba de fallecer.

Sobre su libro: “Ser hoy de izquierdas”, por una izquierda moderna y eficaz, el diputado y secretario ejecutivo de la Comisión Federal del PSOE, Juan Moscoso, declara: “La izquierda debe olvidar el discurso de clases”. Pero, ¿por qué?. ¿Por qué quieren echar a votantes del partido? En medio de una campaña electoral y en la situación de debilidad en que se encuentra el partido, no procede introducir esta polémica. Todo el mundo sabe que el Partido Socialista ya no es marxista, por ello el discurso de clases ya está olvidado y no figura como programa máximo de nadie. Sin embargo, amigo, el sentido de clase es un sentimiento intocable y a ningún socialista viejo o joven, se le puede quitar. Ser de la clase trabajadora es un orgullo, al que no se renuncia nunca. Yo no lo haré jamás.  

Al no hablar de clases, tendríamos que hablar de “capas”. La capa alta, la capa media, la capa baja. La verdad es, que no me imagino a los lideres de los sindicatos, dirigiéndose ayer a miles de trabajadores al final de la manifestaciones del 1º de Mayo, diciéndoles: La capa obrera, la capa trabajadora, la capa empresarial. Anda... ¡torea ya! les dirían. Hay culturas que no se pueden cambiar, ni procede tocarlas, porque se han hecho eternas. ¿Acaso se puede borrar de las mentes portuguesas, la canción “Grândola, Vila Morena” de la Revolución de los Claveles del 25 de abril, de ahora hace 40 años?

En el epílogo del libro de Moscoso, Felipe González dice: “Hay que repensar el camino de la izquierda democrática en un mundo que ya cambió”. Pero no con mi consenso, ni el de mucha más gente, lo que nos permite admitirlo o no. La socialdemocracia es justicia y cambio para bien. Todo lo puede cuestionar y hay que hacerlo. Tal como oído en la SER: “El capitalismo está desmadrado”, y con  paños calientes no se revertirá su avaricia. Por lo demás, el libro no esta mal, es ilustrativo. Aunque en general, no estoy de acuerdo del todo con él, debido a la flojedad ideológica que trasmite.

Hace dos días, El País titulaba: “España toca fondo con la destrucción de 2.000 puestos de trabajo al día”. Según la encuesta de población activa (EPA) del primer trimestre, en España hay 5.933.300 desempleados, la tasa de paro es del 25,9%; con 148.400 en Aragón y un porcentaje del 22,85%. Pero nada, para el Gobierno “la recuperación va sobre ruedas”. En el PP cuanto peor les van los datos económicos y más caen en las encuestas electorales, más mienten. Para la portavoz parlamentaria socialista, Soraya Rodríguez: “Este es un Gobierno de mentirosos”. Todos los días lo podemos constatar.  Llegó al Gobierno con mentiras y se irá mintiendo.          

“Sin empleo de calidad no hay recuperación”, fue ayer el lema de UGT en la Fiesta del Trabajo. Precioso, ¿verdad? Esto es pasión sindical que, me gustaría que fuera también,  sentimiento y corazón socialista.

 
2.04.2014                    Fernando Bolea Rubio
                                Sindicalista