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Zaragoza, Aragón, Spain
Sindicalista de UGT Zaragoza entre 1977 a 2006. Periodo en el que fue uno de los refundadores de UGT Zaragoza, Sº de Acción Reivindicativa de UGT Zaragoza, Sº General de UGT en General Motors España, Presidente del Comité de Empresa de GM España, Sº General de UGT Metal Zaragoza, miembro del Comité Confederal de UGT y formó parte del Comité Europeo y Mundial de General Motors .

viernes, 19 de septiembre de 2014

A por el espacio y los cargos públicos del PSOE

En los partidos minoritarios de izquierdas, han tocado el cuerno de las aspiraciones políticas y ha empezado la montería. Dividiendo el cartel ideológico, al ir todos a una contra el PSOE y a la caza del espacio y los cargos públicos que los socialistas ocupan, pensando que con sus populismos y demagogias ya han herido a las presas y solo les queda llenar los morrales. El que la derecha siga gobernando los Ayuntamientos, las Comunidades, el Estado, les da igual. Ellos van a lo suyo. Deben pensar que desde alguna concejalía, ya organizarán cuatro protestas en contra del Partido Popular que seguirá mandando, para justificar su triste paso por la vida.

Así diré, que en el Partido Comunista de España (PCE) -como en las demás formaciones-, siempre ha habido entre sus principales, abundante afán de conseguir cargos públicos. En mi opinión, Santiago Carrillo tuvo que dejar la secretaria general, porque en las elecciones generales de 1982, esperaban conseguir muchos parlamentarios y solo obtuvieron 3 (4 con el PSUC), por 202 los socialistas. En las anteriores de 1979, Santiago habían logrado 23. Desde entonces, han ido de un fracaso electoral tras otro, puesto que el PSOE les ha ganado siempre las partidas; a pesar, de que han experimentado pruebas electorales continuas.

Primero fue intentar mejorar la imagen, fundando en 1986, el movimiento político y social Izquierda Unida (IU), para sacar del desfile al PCE. Sin embargo, las expectativas fallaron también. Su mejor resultado fue en las generales de 1996 con 21 diputados, por el PSOE 141. En las de 2011, IU se presento junto con 12 fuerzas políticas en la coalición La Izquierda Plural, obteniendo 11 escaños, por el PSOE 110. En los comicios al Parlamento Europeo de 2014, toda esa coalición obtuvo 6 eurodiputados, por los socialistas 14. Con estos resultados: ¿Al actual coordinador, Cayo Lara, le ocurrirá lo mismo que le paso a Carrillo, al que recuerdo con estima?

En estos años, IU ha hecho varios intentos para eliminar la opción PSOE, con la intención de ocupar ellos ese espacio de la izquierda y los cargos correspondientes. El más celebre alentador de ese soñado desguace ha sido, el coordinador general de1989 a 2000, Julio Anguita, que en 1979 fue alcalde de Córdoba, gracias a un pacto entre PCE y PSOE. Él empezó, con su “teoría de las dos orillas”, de una parte el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español, y en la otra Izquierda Unida, como dueña y señora de toda la izquierda. ¡Que bien! ¿Verdad? Continuó, con el termino italiano “sorpasso” (sobrepasar al PSOE). Y, terminó, aliándose con el PP de José Maria Aznar, haciendo entre los dos la famosa y vergonzosa  “pinza” política al Presidente socialista, Felipe González, para quitarlo del Gobierno. Ideológicamente fue grotesco.

En su trayectoria de acoso al socialismo español, es tremendamente significativa la posición de IU en la Comunidad de Extremadura. Con el PP 32 escaños, el PSOE 30, e IU 3, esta última formación con sus abstenciones facilita que gobierne la derecha en vez de permitir que lo haga la izquierda. ¿Acaso piensan que así los socialistas se caerán al  precipicio, renaciendo ellos como el ave fénix de sus cenizas? ¿Son tan simples que creen, que al formar ellos el tánden de poder PP-IU, dejando al PSOE en la simple oposición, a los socialistas se les iban a ir cayendo los estandartes? ¡Que cambien de estrategia y de posición, porque lo que hacen es una desviación ideológica innoble! Allí continúan los delirios de Julio Anguita.

En la Junta de Andalucía, se mantiene bien el Gobierno de coalición PSOE-IU, quizá debido a que la hegemonía socialista existente, no permite coger aún la fruta inmadura. De todas formas, esta coalición es fundamental que se mantenga para demostrarle al país las ventajas de que la izquierda gobierne.

Eso sí, como el movimiento continuo no para, la nueva oportunidad a favor de fuera el PSOE; a IU se le presenta ahora, aliándose como lo hace con los populismos emergentes: Podemos y Ganemos, u otro más si sale nuevo que se podría llamar Triunfemos, o vaya usted a saber. En el objetivo de cargar contra los socialistas, dejando a la derecha gobernando -dado que sin ellos eso ocurrirá-, coinciden Tirios y Troyanos y hasta Julio Anguita les da la bendición apostólica. Lo de ese señor es puro desenfreno, materia de folletín. Y, por supuesto, la garbosa monja de la que parece Podemos-Cuatro TV, Sor Lucia Caram, consagra también la milonga. 

¿Qué ocurrirá y en que medida, estos populismos y las posibles alianzas con ellos afectarán a los socialistas y a la gobernabilidad del País? Yo considero que influirán varios factores. Uno, que todo sea un espejismo que se diluirá como un azucarillo, al igual que en Italia ha ocurrido con el movimiento Cinco Estrellas. Dos, el que a la hora de pactar con unos u otros partidos, el que se imponga sea el que les facilite más cargos o colocaciones, aún siendo los socialistas. Lo que no ha de extrañar, toda vez que en la política española, algunos aparentemente revolucionarios, acabaron pisando moqueta a la primera ocasión que el PSOE les brindó. Tres, que los movimientos asamblearios que se dotan, los lleven por el camino de la confrontación permanente contra todo, sin que surja en ellos ningún atisbo de racionalidad. Cuatro, que los propios dirigentes impulsen esa línea de conflicto sin fin, sin que nada coherente y común se pueda llevar a cabo. Cinco, que en un sitio sean A, en otros B, y en común cero. Seis, que resulten unos de izquierda, otros de derecha, algunos nada y el resto ultras de aquí y de allá. Siete, que la confusión sea su solución, ya que hasta dicen que les interesa menos la unidad de la izquierda que la unidad popular. Ocho, que solo sean unos embaucadores como parecen ser. Nueve, que todo se limite a la decisión de un tele predicador que tendrá el poder absoluto, como me imagino que ocurrirá. Diez, que el Partido Socialista y Pedro Sánchez, no se puedan hacer con las riendas del Gobierno y todo vaya de mal en peor. 

Si ocurre alguna de las ocho últimas consideraciones, los españoles de las clases media y trabajadora lo vamos a pasar muy mal en la próxima legislatura, que finalizará en el 2019. Por el hecho, de que seguirá gobernado el Partido Popular, cuando ya ha demostrado que es incapaz de levantar el país, por lo que se incrementará el sufrimiento de la mayoría de los ciudadanos. Con el agravante, de que con estas nuevas izquierdas que se habrán establecido, solo nos quedará sufrirlos durante esos años, hasta que los españoles los conozcan bien y les dejen de votar. A veces, lo mejor que puede ocurrir es, que los contrincantes ganen unas elecciones, para que de modo real la sociedad conozca de verdad su incompetencia. Tener que pasar por semejante degradación política sería muy triste, aunque posiblemente no quedará otro remedio. En sindicalismo, existen experiencias muy interesantes en ese sentido. Queda advertido lo que puede pasar.

Los socialistas creen que el populista Podemos está “fagocitando” a IU. En el Comité Federal del PSOE, Pedro ha dicho y se ha aceptado: “Nos tenemos que enfrentar con la idea del populismo”. A la vez que José Antonio Pérez Tapias, de Izquierda Socialista afirmaba: “No hay que cerrar puertas por la izquierda”. A mi parecer, el partido perdió la confianza, mas de ninguna manera ha de perder el respeto. Por lo que si los populistas los insultan como lo hacen (casta y PP-PSOE lo mismo es), tienen que responderles con su máxima fuerza, al menos hasta que los dejen de insultar, considerándolos. En España, no se hubiera asentado la democracia ni los socialistas hubiesen llegado a gobernar, a no ser por las andanadas críticas que los entonces jóvenes como Alfonso Guerra, lanzaron contra los restos del franquismo y la derecha. El partido no debe parecer estar entre algodones. La política es así.

Hoy en día es más fácil. En realidad, en Podemos se esta gestando una gran mentira que solo desde la ignorancia política se puede defender. Todo consiste, en que dos o tres personas que son muy de izquierdas, aparentan que no lo son para ganar votos, abriendo las puertas de entrada a la derecha y la izquierda, hasta que el mono cante llevado por el desengaño del revoltijo y la confusión. Los líderes tienen que ser coherentes con sus ideas y no lo son.

No obstante, todo este galimatías en la izquierda se puede evitar si los electores quieren. Basta con optar por las candidaturas socialdemócratas renovadas del PSOE; llevando al que seguramente será el candidato, Pedro Sánchez, a la presidencia del Gobierno. Para así practicar en España y en la medida de lo posible en la Unión Europea, una nueva política por el empleo de calidad y el Estado del bienestar. Hay mucho enfado político y con razón... pero a la ópera hay que ir tosidos.
  

19.09.2014                                        Fernando Bolea Rubio
                                                          Sindicalista

viernes, 5 de septiembre de 2014

El socialismo se vive en el tajo

Los mayores debates políticos y sindicales, se dan entre los compañeros y compañeras en los puestos de trabajo. Ni redes sociales, ni plazas con 300, porque antes de escuchar, escribir o hablar en esos sitios, en las que yo llamo “tribunas laborales de tajo”, se ha oído y dicho por adelantado lo sustancial. Eso supone, que millones de personas mantienen entre ellas un debate propio y directo que, en la política se desconoce. Pero no así los sindicalistas, al trabajar y vivir junto a los asalariados sus inquietudes y demandas. 

Además de la gran labor divulgativa de la radio, hay grandes fábricas, como GM España, que a las 5,15 de la mañana ya hay vendedores de periódicos en las puertas de entrada. Por lo que desde el primer momento de la jornada, los trabajadores más inquietos están bien informados y en disposición de comentar la actualidad, al mismo nivel que los más aguerridos tertulianos y tertulianas. Ahora con los smartphones y tablets, se pueden leer y analizar las noticias hasta en los autobuses de desplazamiento. Cuando yo llegaba a la fábrica a las 8 de la mañana, me encantaba oír a compañeros del turno de las 6, que me hacían importantísimos razonamientos políticos y sindicales sobre la actualidad del día. En las empresas medianas y pymes generalmente ocurre lo mismo.

Cabe decir en apoyo de esta tesis que, durante la dictadura no existía libertad de prensa, los medios estaban manipulados al servicio del régimen (aunque los periodistas pronto jugaron un importante papel), con TV española que era una cueva de ocultación. Sin embargo, de pronto el franquismo se encontró con el pueblo español ocupando las calles para pedir democracia y libertad. ¿Cómo se logró ese fantástico prodigio? Evidentemente, la parte más importante fue debida al movimiento obrero, que hablaba en los tajos y se supo organizar en las empresas. La clarificación de ideas en las cadenas de montaje, en los talleres de mantenimiento y de todo tipo, en las cafeteras, en las áreas de descanso, en cualquier actividad y momento de la jornada es primordial. Esta es la fuerza de los trabajadores de siempre.

Digo lo anterior, porque es principalmente a los “debates de tajo”, donde el secretario general socialista, Pedro Sánchez, tendría que llegar con cierta prioridad, llevando a ellos el socialismo del nuevo Partido Socialista Obrero Español. Los trabajadores y el movimiento sindical lo agradecerían y al partido le iría bien. En mi opinión, el socialismo más real se vive en el trabajo. 

En las tribunas laborales de tajo, los sindicalistas socialistas estuvimos defendiendo y aupando a Felipe González hasta el año 1982, cuando alcanzó la presidencia del Gobierno y durante el primer año de su mandato. Mas pronto llego el punto de inflexión y el final del apoyo, por la reforma laboral de 1984 en la que se impulso la contratación temporal. Aunque erróneamente la apoyó la secretaría confederal de acción sindical de UGT, no yo; su gran fallo fue, que no se tuvieron en cuenta las opiniones de tajo. Dado que las mismas, rechazaban totalmente la ampliación  de la eventualidad, porque no iba a mejorar la tasa de paro (de 20,6% en ese año) como así ocurrió, e introducía los contratos basura, los cuales han sido y siguen siendo el cáncer laboral del sistema laboral español.

Para el profesor del IESE, Sandalio Gómez: “Esa reforma consiguió elevar la contratación temporal en España, pero no consiguió reducir la elevada tasa de paro. A partir de entonces el crecimiento de la temporalidad resulta evidente. En 1985 los contratos indefinidos fueron el 8,76% y los temporales el 91,24%”. Todos los Gobiernos posteriores, le dieron más patadas a la pelota de la temporalidad. 

En la fábrica, aparte de por estar tajantemente en contra, nos dimos cuenta enseguida que si hubiéramos seguido defendiendo al Gobierno, se hubiera puesto en peligro la  continuidad de la propia UGT. Por lo que los mensajes en las cafeteras y en las asambleas, cambiaron de orientación pasando de la alabanza a la crítica; acabando todo aquello, en la huelga general de 14 de diciembre de 1988 (14-D), la cual ha sido la mayor de todas las realizadas hasta hoy.

Este episodio sobre Felipe, lo tendría que tener muy en cuenta Pedro Sánchez, para que aquella lamentable situación no se llegue a repetir. El Gobierno tiene la responsabilidad de gobernar no sólo para los trabajadores, también atendiendo demandas empresariales y de toda la sociedad; en consecuencia, las relaciones con los sindicatos en ocasiones se vuelven tensas, aunque de ninguna manera han de ser de ruptura. El partido socialista sin UGT-CCOO y las opiniones laborales en general favorables, fracasará siempre. La experiencia lo señala así.

El nuevo PSOE de Pedro, goza ahora de expectativas favorables en el mundo del trabajo y sindical. Ahora bien, la confianza necesita ser correspondida. Por eso, en su cartera debería llevar para atajarla a la necesidad real, la vieja ola de la eventualidad desbordante, para evitar los sangrantes abusos laborales que origina. Llega a ocurrir lo siguiente: Un joven, ingeniero, con inglés fluido, trabaja en una empresa de ingeniería con un contrato de 12 horas al mes, cuando hay veces que en un solo día ya las hace, además de efectuar como mínimo cuatro horas por jornada durante toda la mensualidad. En total trabaja sobre 100 horas mensuales, todo ello por 300 euros al mes, a 3 euros la hora. La cotización de 12 horas, me imagino que la tendrá sin fecha concreta, para que el empleador falsee la legalidad en caso de accidente. ¡Pura vergüenza!

Esta siendo una realidad, hacer firmar mínimos contratos en fraude de ley, obligando en los parciales y eventuales, a realizar al día muchas mas horas de las fijadas en ellos, sin cobrar ni tener cotización de ese tiempo extra ilegal. En 2008, la juventud y los salarios más bajos, aspiraban a ser como mínimo “mileuristas” (UGT Aragón realizo una campaña en ese sentido). Pero se ha ido para atrás vergonzosamente, porque lo que actualmente se va imponiendo son los “seiscientoseuristas”, con flecos que llegan a los “trescientoseuristas”, como es en el caso denunciado.

Ante lo cual y hasta que el PSOE gobierne o haga algo: ¿Las patronales no tienen nada que decir, delatando a los sujetos sin escrúpulos que realizan estos contratos? ¿Y los inspectores de trabajo que hacen? ¿Los sindicatos están presionando lo suficiente para evitarlo? ¿Los propios afectados se revelan ante esas sangrantes injusticias?  Me temo, que todos hacen menos de lo que deberían. Estando tan extendido el mal, que sólo con decisiones políticas firmes, esta tamaña injusticia se enmendará. El que exista más de un 10% de eventualidad, no es de un país ni de unas empresas competentes y socialmente responsables. Según la EPA del segundo trimestre del año, en España la tasa de temporalidad es del 23,93%. Antes de la crisis llego ha a ser del 33,3%, cuando en el conjunto de la Unión Europea era del 14,5%. En el paro registrado de agosto, la contratación fija ha sido tan solo del 6,43%.

Ante este estado de cosas, los jóvenes eventuales que no se quejan por miedo a perder el puesto de trabajo, suelen decir que más valen 300 euros que nada. Para ellos, el sistema laboral español es de una autentica explotación y como una cárcel. Por consiguiente, la política socialista y el sindicalismo han de realizar acciones urgentes, tanto individual como colectivamente, para romper esas cadenas. Políticamente, desde el Parlamento y el Boletín Oficial del Estado. Sindicalmente, denunciando ante la Inspección de Trabajo cada abuso que se detecte, sin que tenga que hacerlo directamente el trabajador afectado  que no se atreve. Llegando con los procedimientos a los Tribunales, la prensa, y hasta donde sea menester. Los sindicatos son órganos de defensa de los trabajadores y están para eso. Siempre al menos, que el trabajador se afilie al sindicato.

Una viñeta decía: “Vale, no me pague, acepto trabajar por la comida. No tan rápido, ¿cuánta comida?” Hay que ir como mínimo a nóminas de cuatro cifras. ¡Que menos!

De todo esto y de mucho más, se habla en los tajos. De la desesperada situación de los parados y del drama que sufren si son mayores. Del futuro de las pensiones, cuando el Gobierno popular agote el Fondo de Reserva de las mismas. Del debilitamiento de la negociación colectiva y el arrinconamiento de los convenios. De donde trabajarán las hijas e hijos. De que la derecha quiere convertirnos en un país de albañiles sin trabajo y camareros explotados, porque su mentalidad no le da para más. ¿No saben que la industria existe?

A todo este aluvión de problemas, se tendrá que enfrentar Pedro Sánchez. ¿Su nuevo socialismo será capaz de solventarlos? Yo pienso que sí. Si bien en ese fin, la clase trabajadora tiene que apoyarlo. Y, el movimiento sindical estar vivo, empujar y volver a confiar en el PSOE. Porque si no es con él... todo será, una ocasión perdida.  


                5.09.2014                                 Fernando Bolea Rubio
                                                                 Sindicalista